En una jornada histórica, Apple se enfrentó a su mayor caída bursátil de todos los tiempos debido a la decisión del gobierno chino de prohibir el uso de iPhones por parte de sus funcionarios. Esta medida no solo golpeó a Apple en el mercado financiero, sino que también sembró inquietudes sobre la posible extensión de la prohibición a todo el mercado chino, lo que podría tener un impacto significativo en la empresa y en otras tecnológicas que operan en la región.
Wall Street abrió con malas noticias para Apple, ya que su principal mercado se veía amenazado. La empresa experimentó una caída del 5%, lo que se tradujo en pérdidas cercanas a los 200,000 millones de dólares en capitalización bursátil.
Este veto inicial a los iPhones de funcionarios podría ser solo el comienzo. Se rumorea que China planea ampliar la prohibición a empresas y agencias estatales, lo que representa un desafío adicional para Apple, cuyo mercado extranjero más grande es China y que también tiene una importante base de producción en el país asiático. Varias agencias gubernamentales ya han instruido a su personal a no llevar iPhones al trabajo.
Este conflicto entre China y Apple es solo uno de los ejemplos de cómo las guerras comerciales pueden afectar no solo a las empresas involucradas, sino también a los consumidores. Además, Europa se ha sumado a estas tensiones comerciales, lo que complica aún más la situación global.
China, con su exitoso desarrollo de chips de 7 nm, ha demostrado que puede crear sus propios dispositivos de alta especificación sin depender de tecnología extranjera. Esto representa un desafío importante para Estados Unidos y otras naciones occidentales, ya que China puede producir en masa estos chips sin necesidad de recurrir a fabricantes extranjeros.
El conflicto actual entre China y Apple también es resultado del veto de Estados Unidos a la empresa Huawei, que dejó una marca profunda en las relaciones comerciales globales. Huawei no puede vender sus productos en Occidente, mientras que las empresas occidentales, en su mayoría estadounidenses, pueden tener acceso al mercado chino. La situación es similar con Tesla, que vende en China pero enfrenta barreras en Estados Unidos para los autos chinos.
A pesar de las incertidumbres y tensiones comerciales, Huawei ha demostrado su capacidad para avanzar a pesar de las restricciones impuestas por Estados Unidos. La situación actual plantea la posibilidad de que China siga un camino similar para equilibrar las reglas comerciales internacionales.
La producción del iPhone en Estados Unidos podría resultar en un aumento significativo de los costos, lo que afectaría su precio de venta. Esto podría llevar a que los iPhones fabricados en Estados Unidos alcancen un precio mínimo de 2,000 dólares, lo que tendría un impacto importante en su competitividad en el mercado global.